Una de las cosas más sencillas y complejas que tenemos en el país, la salsa.

Este proyecto comienza con el propósito de mejorar el mercado de las salsas en México, es decir mejorar el sabor y la calidad de las salsas que existen actualmente en el mercado, sin descuidar el tiempo de vida útil del producto. 

¿Quién es La Truja?

Regina Díaz, soy egresada de Gastronomía y Ciencia de los Alimentos del CESSA, apasionada por la salsa, el trato con las personas y disfrutar la vida. 

¿Como nacieron los sabores?

Recuerdo el primer acercamiento que tuve con una salsa de aceite, fue hace unos 10 años, una señora en Cuernavaca se volvió famosa por su salsa de cacahuate, me acuerdo la intriga que tuve al probarla, nunca había probado algo igual, el aceite se mezclaba perfecto con el sabor del cacahuate y los chiles secos.

Las primeras…

Comencé con el sabor que me llevó a conocer las salsas de aceite, cacahuate. Claro que 10 años después ya existían no uno si no más de diez salsas de cacahuate por lo que pensé, si voy a hacer algo poco innovador, tengo que hacer la mejor salsa de cacahuate con ella vino la salsa macha y la de pepita.

Las que siguieron…

Seis meses después tuve la idea de crear dos sabores más, el de semilla de girasol que fue inspirado en un mole poblano, lleva chile chipotle y un poco de azúcar para volverlo más dulce, por otra parte, la de ajonjolí negro fue motivado gracias al chichilo, un mole que su principal sabor es el amargor proveniente del sabor a quemado, por ello la salsa lleva cenizas de tortilla. 

Difundir la gastronomía mexicana y generar un producto digno de exportación es uno de los objetivos y pilares más importantes de la empresa, creemos que la gastronomía mexicana es una de las cocinas más respetables del mundo y consideramos que La Truja puede ser el transporte de la esencia de la gastronomía mexicana y llegar a las mesas de todo el mundo siempre con la mejor calidad.